En un posible futuro, un empleado cualquiera de una empresa cualquiera es ascendido sin motivo aparente. El ascenso le supone un descenso a las profundidades, pues su nuevo despacho está en el mismo edificio, pero bajo el mar. Paralelamente, en un lujoso bunker submarino, una arquitecta y un multimillonario elucubran sobre la posible salvación de la humanidad, si es que esta merece la pena ser salvada.

De una actualidad que camina al borde de varios abismos, casi colapsada y difícil de asimilar, aparece esta pieza que se proyecta desde el absurdo y la confusión. Desde unos seres perdidos que no saben lo que ocurre pero tratan de solucionar la realidad apoyándose en su intuición y su locura. Llevados por la soledad a buscar salidas extremas para paliar sus desequilibrios, cayendo así en la extravagancia para poder comprender y asimilar qué pasa y qué les pasa. El paraje subacuático es un terreno nuevo de juego para una especie escapista, que huye de sí misma, que no ha sabido gestionar su estela en la superficie y se fuga a las profundidades esperando que su rastro no lo persiga.

La compañía

Delinfame genera un universo muy particular con mucho humor absurdo y un teatro físico-textual de desarrollo minucioso. Sus espectáculos surgen a partir de dramaturgias originales de Jorge Prieto y el trabajo de investigación escénica de todo el equipo. El imaginario de sus obras es extravagante en cuanto al texto y la puesta en escena, con escenografías poco habituales, simples pero desafiantes. La decadencia del ser humano moderno, la identidad, la mecanización del trabajo, la falta de espiritualidad o la toma de decisión son algunos de los temas que Delinfame aborda en sus obras. En la foto el elenco íntegramente cántabro:

La actriz Lucía Alvear, y los actores Íñigo Sanz, Paúl Moré y Jorge Prieto.