El podeR de lo amoRoso
Por Marcos Díez
RRRRRRRRR….. RRRRRRRRRRR…. RRRRRRRRRR…. Así, con una erre repetida una y otra vez, con una erre que se queda vibrando y resonando en el aire, inicia Rebeca García Celdrán su obra de danza contemporánea El podeR de lo amoRoso, que se estrenó el pasado fin de semana en el Café de las Artes en Santander. Parece que la creadora, con esa erre que deja suspendida en el ambiente, está a punto de pronunciar algo pero eso que quiere decir se le queda ahí, justo en la punta de la lengua, a punto de decirse. RRRRRRRRR a modo de rabia o de ronroneo, a modo de rebeldía o de revelación, a modo de resistencia o de renacimiento, a modo de respeto o de renuncia. García Celdrán titubea con las palabras, juega con ellas, hace reír. Pero finalmente se calla. Porque las palabras no alcanzan para decir algunas cosas. Así que la creadora comienza a hablar con su cuerpo, que se expresa en un idioma distinto. Un idioma que Rebeca García Celdrán conoce bien porque es el movimiento su lenguaje. El podeR de lo amoRoso es su primer solo. Pero Rebeca no ha estado sola del todo. Ha contado con María Elena Riaño que ha creado el espacio sonoro a ratos desasosegante, a ratos poderoso, a ratos melancólico. También, con el diseño de iluminación de Beatriz Francos Díez, que le ha ayudado a crear múltiples atmósferas que se van transformando a lo largo de la pieza. García Celdrán, de rojo (porque la pasión es roja) se deja la piel en una escena desnuda. El público tiene la sensación de asistir a algo que se parece a una gestación o a un parto, por momentos parece que la persona que se mueve en escena nace de sí misma, como si de su cuerpo emergiera otro cuerpo distinto que andaba soterrado, callado, oculto. Aunque, en realidad, el cuerpo parece más bien un médium que la conduce hacia esa palabra atravesada, no dicha. Una palabra que al fin, por fin, completada la búsqueda, aparece: RRRRRRRRRRRR…. de Rebeca. Quizás porque el poder de lo amoroso empieza siempre por uno mismo.